Esta semana la empresa Mediaset comunicaba su decisión de contar, hasta final de año, con el programa que presenta el popular Jorge Javier Vázquez. El motivo: el despegue en audiencia en las últimas semanas de su programa El diario de Jorge. En una de esas emisiones se pudo ver a Chere y su amiga, Olga.
¿Cómo llegan Chere y Olga hasta el plató de Jorge Javier?
Me llamaron del programa. Habían visto mi cuenta en Tik Tok y me ofrecieron salir. Así que yo, inmediatamente, empecé a pensar una historia para ofrecerles. Se unieron lo personal y lo profesional e invité a mi amiga a participar. También tengo que decir que estuve hablando con ellos unas dos horas. Me hicieron una entrevista y, al final, concretamos la idea.
Ustedes fueron presentadas como amigas y viajeras.
Y llevaba un mensaje para muchas mujeres. Para mujeres como yo, empoderadas, con fuerza, que hemos sacado adelante a nuestros hijos solas y, la verdad, no nos ha ido bien en lo sentimental. Así que lanzamos un mensaje de optimismo. De viajar y de disfrutar. Somos muchas las que no tenemos un hombre al lado. No hace falta que me lleven a ningún sitio, porque yo voy.
En cuanto a Jorge Javier, no creo que vuelva a salir. No obstante, sigo en contacto con ellos porque, como conozco a tanta gente, alguno puede interesar.
¿Le sorprendió que le llamaran?
No. Sé cómo funciona la tele y hay que ofrecer chicha, personajes. Yo ya he participado en más programas como Infiltrados o en Ven a cenar conmigo. Y en varias galas de fin de año. Aunque ahí iba porque me encanta la farándula y quería ver a David Bisbal.
¿Lo consiguió?
Claro. Un año, en la gala de La 1. Y grité tanto que Bisbal me sacó a bailar. Pero me cortó enseguida porque ya vio que yo no tenía fin. He tenido ocasión de estar con él en más momentos.
Lo suyo con la tele comenzó en un restaurante con Ana Rosa Quintana.
En aquella época yo vivía en Tres Cantos, Madrid, y la madre de Ana Rosa, también. Coincidimos comiendo en un establecimiento y me acerqué a saludarla. Al final de la conversación me dio el teléfono particular de su secretaria.
Mucha gente habla con Ana Rosa Quintana y no se lleva un contacto.
Porque no se acercan como yo. La gente siente vergüenza, timidez, miedo y yo le hablé como si la conociera de toda la vida. Con cercanía y confianza, soy así. Mi madre decía que quien tiene vergüenza ni come, ni almuerza. Y yo como y almuerzo.
Me acuerdo de que, cuando mi hermano Paco estaba en Radio Somontano, alguna vez utilicé las acreditaciones para ir a actos.
Hablamos de la tele, pero usted se ha dedicado muchos años a los viajes y excursiones comerciales.
A los 19 años me marché a Benidorm a trabajar. Quería salir de Barbastro, ver mundo. En pocos meses comencé a trabajar en algo que me apasiona: los viajes. En empresas que organizaban salidas, sobre todo, para gente mayor a precios muy asequibles o gratis con la condición de escuchar una charla. Yo era quien ofrecía esas conferencias.
Una comercial nata.
En efecto. En España se lleva mucho aspirar a un trabajo fijo y ser asalariado. Yo siempre he trabajado a comisión y, la verdad, no me ha ido nada mal. Me gusta la gente y disfruto con lo que hago. Además, muy joven me hice cargo de las charlas, con poco más de 20 años. Tan pronto, en ese puesto, resultaba inaudito.
¿Cómo enfocaba ese trabajo?
Desde el sentimiento y la cercanía. Había compañeros más técnicos. Yo voy a la bondad, a lo que me sale. Entre el público se encontraba una mayoría de mujeres solas, de viudas. Les animaba a salir, a bailar, a que se relacionaran, porque veía mucha gente deprimida.
Y conoce a María Jesús la del acordeón, a Joselito el Ruiseñor.
Muchas excursiones incluían baile así que entablé relación con ellos. Sólo puedo definirlos como unas personas maravillosas y muy humildes.
Y hace unos meses se abrió cuenta en la red Tik Tok: Chere_303
Sólo por curiosidad. Y al verlo me dije ¡hay negocio. Aquí todo el mundo vende! En esta red encuentras mucha gente normal. Cuanto más de estar por casa, mejor, y me gusta. Yo para captar la atención bailo. ¡Siento verdadera pasión por el baile! Primero debes llamar la atención. Luego vendrá el interés.