Reabre el tramo entre Campo y El Run pero los túneles siguen fuera de servicio. El Ministerio de Transportes reabre el viernes 11 de octubre el tráfico la N-260 entre Congosto de Ventamillo y Campo. Tras invertir 75’7 millones de euros en acondicionar la carretera para mejorar las condiciones de circulación y seguridad.
De este modo, a las 14 horas se pone fin al último corte de tráfico activado entre El Run y Campo. Sin embargo, los dos nuevos túneles del tramo se pondrán en servicio en las próximas semanas. Deben concluir antes “las pruebas de seguridad y de comprobación de sus instalaciones, relacionadas con el alumbrado, la señalización, entre otros. Tal y como exige la normativa vigente en materia de seguridad. En esos tramos, la circulación se realizará por la carretera”, informan fuentes del ministerio.
En una primera fase, la circulación entre las poblaciones de El Run y Campo se realizará a 40 km/h. La limitación provisional de la velocidad responde a que el Ministerio está finalizando una serie de trabajos complementarios y puntuales.
Polémica por el tramo cortado entre Campo y El Run
Este último corte, que comenzó a principios del mes de septiembre, no fue del todo bien recibido por alcaldes y vecinos de Ribagorza. Aducían que la primera quincena de septiembre era una buena época para los turistas. Asimismo, hubo quejas desde el Gobierno de Aragón acusando al Ministerio de desinformación. El Gobierno de Aragón señaló: “ha recibido en las últimas horas un gran volumen de quejas por parte de los habitantes del territorio porque las afecciones que va a provocar el cierre de este vial de acceso al valle de Benasque van a ser cuantiosas. “Muy especialmente en unas fechas en las que todavía es numeroso el flujo de visitantes que deciden visitar ese enclave de la provincia de Huesca”.
Por esa razón, quieren insistir en la necesidad de “escuchar al territorio”, que reclama “con toda la razón” que las actuaciones se pospongan durante unas semanas para que no se produzcan más problemas a los visitantes y vecinos, además de provocar un efecto desincentivador para los que tienen previsto visitar esos municipios, llevándoles incluso a desistir ante los problemas en los desplazamientos.