Renacer de la archicofradía del Inmaculado Corazón. Los orígenes de la archicofradía del Inmaculado Corazón de María se remontan al siglo XIX. Por fechas, en 1859 san Antonio María Claret fundó la Congregación de Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María. Al poco tiempo, esta congregación llega a Barbastro y difunde esta devoción a través de la archicofradía.
No obstante, su presencia en nuestra ciudad había decaído significativamente en los últimos tiempos. Con el fin de impulsarla, la entidad está siendo renovada.
Por un lado, se han añadido dos titulares nuevos: los mártires claretianos y san Antonio María Claret.
Por otro, se han actualizado los estatutos y se está en proceso de recabar toda la documentación necesaria para culminar este impulso.
En este proceso de renovación de la archicofradía del Inmaculado Corazón de María han contado con la asesoría de Enrique Padrós, responsable del Área Pastoral de Cofradías y Hermandades de la Diócesis. Padrós explica que añadir titulares “es una práctica habitual. Pero constituye una novedad dedicarla a los mártires claretianos”.
Cargos
En esta etapa de la archicofradía del Inmaculado Corazón de María, Paco Jiménez ocupa el cargo de prior; Luis Gracia de viceprior y Pilar Güerri de tesorera. Junto a los vocales. Al tratarse de una cofradía devocional busca fomentar el culto propio, la formación “sin formación no hay evangelización”, puntualiza Padrós. Y la labor social que se canalizará a través de la fundación PROCLADE.
En cuanto a la denominación de archicofradía, explica: “Se trata de un mero nombre. No implica diferencia o distinción respecto al resto de cofradías que ya existen en la diócesis”.