Una mujer de 79 años fue rescatada en la senda de Lalarri este viernes por la mañana. El GREIM de Boltaña se desplazó hasta la Senda de Lalarri, en Bielsa, ante el aviso de una senderista que se encontraba muy mal, a punto de perder la consciencia. Se trataba de una mujer vecina de Valencia. Hasta la zona se desplazó el helicóptero medicalizado.
El fuerte viento impidió que este llegara hasta el lugar exacto donde se encontraba la víctima. El médico del 061 valoró la situación; la senderista no podía caminar. Por ello, se decide montar la camilla y subirla por el sendero hasta encontrar una zona donde pudiera ser evacuada por el helicóptero.
Finalmente, la mujer rescatada en la senda de Lalarri pudo ser izada con grúa a la aeronave y depositada en la helisuperficie de Boltaña. De ahí, una ambulancia la trasladó al centro de salud de Aínsa para ser valorada.
Ciclista extraviado
Además de este rescate, el GREIM de Boltaña participó en otro el pasado jueves, cuando se tuvo que buscar y rescatar a un ciclista.
El ciclista, un hombre de 25 años vecino de Huesca, dio el aviso poco antes de las seis de la tarde del jueves en la central de la Guardia Civil. Había dejado su coche en Nueno y avisó que estaba cerca de la localidad abandonada de Abellada. Contaba con poca batería, pero pudo dejar sus coordenadas GPS.
Se activó la Unidad Aérea de Huesca, pero no encontraron al ciclista en las coordenadas que había facilitado. Ante la caída de la noche, un componente del GREIM se quedó en Las Bellostas, esperando a dos compañeros de Boltaña para apoyar la búsqueda. El 112 rectificó las coordenadas desde las que se recibió la llamada, lejos del lugar en donde se encontraban los GREIM.
Con las nuevas coordenadas, los GREIM de Huesca y Boltaña llegaron a un punto en el que no podían continuar en coche. Tras más de dos horas caminando con una capa de entre 30 y 40 centímetros de nieve, oyeron los gritos del ciclista extraviado. Eran en torno a las 00’30 horas. Una vez localizado, agarrotado por el frío, le dieron bebida caliente para reponer fuerzas y caminaron hasta Abellada con el objetivo de pasar ahí la noche en una casa en ruinas. Ahí les esperaba el GREIM de Jaca con un vivac.