Madres y sus hijos componen el grueso de los refugiados ucranianos que llegaron el pasado lunes por la noche al albergue de los Padres Escolapios en Peralta de la Sal. Ayudadas por una intérprete atendieron a los medios de comunicación que nos interesamos por sus historias. En este espacio recogemos dos de ellas.
Yulia Kaliniena
Yulia ha llegado a Peralta con sus cinco hijos, de 16, 9, 8, 6 y 2 años de edad. Relata que su viaje hasta España “ha tardado mucho”, pues no se ha tratado solo de montar en la furgoneta fletada desde Binéfar. Y es que, antes, tuvo que llegar desde su ciudad, Ternópil, hasta la frontera con Polonia, pasando por los correspondientes controles de documentación. Ya más descansada, relata que ha venido a España, pues el hermano de su marido vive en Zaragoza, con su familia. La ciudad que será su próximo destino mientras su marido se ha quedado en Ucrania para combatir la llegada de los rusos.
Elena Sargienko
Elena Sargienko describe que su vida en Ucrania era “normal, una buena vida”. Inicialmente no se planteó salir de Dnipro, pero la cercanía a lugares bombardeados llevó a su marido a pedirle que cogiera a sus dos hijos (de 6 y 12 años) y saliera del país. Él se ha quedado ahí, igual que su perro. Ella y los niños tienen amigos en España y esperan reunirse pronto con ellos.