La Conferencia Episcopal ha presentado esta semana los datos de la campaña de la Renta del año 2023 de la Iglesia que corresponde al ejercicio fiscal de 2022. El número de declaraciones a favor de la Iglesia en Aragón fue de 248.732, lo que supone un 33,3% del total, prácticamente la misma proporción de asignaciones que en el ejercicio anterior. Así, el importe recaudado a través de esta asignación voluntaria alcanzó los 10.477.010 euros, un millón más que en 2021.
La campaña de la renta de la Iglesia de 2023 En España
En España, 7.631.143 personas marcaron la ‘X’ de la Iglesia en su declaración de la renta, lo que supone, contando las declaraciones conjuntas, más de 8,7 millones de contribuyentes que confían en la labor de la Iglesia.
Estos datos suponen un aumento de 209.218 con respecto a la Renta del año anterior. A su vez, confirma que el número de declaraciones no solo se ha mantenido, sino que se han obtenido asignaciones procedentes de nuevos declarantes.
Gracias a estos declarantes, el importe total asignado a favor de la Iglesia Católica asciende a 358.793.580 euros. Si se compara esta cantidad con la liquidación provisional del año anterior, la cantidad ha aumentado en 38 millones de euros, lo que supone un aumento del 11,9% frente al 8,5% del año anterior.
Solidaridad entre las diócesis
El Fondo Común Interdiocesano es el instrumento que canaliza la distribución de la asignación tributaria a las diócesis españolas y otras realidades eclesiales. Este fondo se constituye con la partida correspondiente a la Asignación tributaria.
La cantidad percibida está en relación con la capacidad y fortaleza económica que hay en cada provincia y los mecanismos de distribución tienen como criterio la solidaridad y la comunión entre las diversas diócesis. De modo que las diócesis que están en provincias con rentas altas ayudan a sostener a las diócesis de la España despoblada y, por tanto, con menor capacidad para su sostenimiento. Se trata de un mecanismo de comunión eclesial de recursos que permite mantener la acción pastoral en lugares en los que, de otro modo, sería casi imposible.
La asignación tributaria supone, como media, el 22% de la financiación de las diócesis. Eso significa una progresiva mejora de su capacidad de financiación propia por otras vías al margen de la declaración de la renta (aumento de las colectas propias, trabajo de las oficinas de sostenimiento en las diócesis, etc.).
Una financiación que ha hecho posible que este año las diócesis españolas hayan aumentado en un 17% el dinero destinado a la labor pastoral y asistencial de la Iglesia.