La zona oriental de la provincia de Huesca se ha convertido en tierra deseada para proyectos energéticos. En el valle de La Fueva quieren construir un macroparque fotovoltaico, y entre Lauenga e Isona, una autopista eléctrica. Ambos proyectos cuentan con el rechazo de la sociedad e instituciones. Algunos de ellos recuerdan que hace no mucho tiempo, ya se realizó un expolio de sus tierras que acabó en una gran emigración rural.
El año pasado llegó al valle de La Fueva una carta procedente de Syder, empresa eléctrica zaragozana. En ella convocaba a los fovanos y fovanas a una reunión para explicarles un proyecto. Se trataba de un parque de placas solares de unas 100 hectáreas. Comenzó a generarse tensión entre los vecinos cuando formulaban preguntas y los empresarios no sabían responderlas. Lo único claro es que les iban a pagar 1.100 euros por hectárea.
Métodos intimidatorios
Parecía que el tema se había quedado ahí, cuando al inicio de este año muchos vecinos empezaron a recibir llamadas. «Era la empresa. Nos decían que tenían interés en nuestras fincas para hacer el parque. Iban llamado y llamando hasta a los que tenían casas en el fondo del valle. Propietarios que estaban bastante lejos de lo que en un principio se había planteado. Decían que los vecinos de alrededor ya habían firmado, cuando era mentira, y que nos íbamos a quedar solos», explica Carlos Espluga, portavoz de la plataforma ‘La Fueva No Se Vende’ contra el macroparque en La Fueva.
Lo que en un principio iban a ser 100 hectareas, acabaron convirtiéndose en 420. La empresa interesada solicitó informes de compatibilidad urbanística para dos instalaciones que sumarían 280 hectáreas y otra de 140. Además, llevándolo al límite de potencia para no ir a un polígono industrial. Ocuparía desde Palo hasta Morillo de Monclús y la vista no alcanzaría. Una práctica «intimidatoria» que recuerda a la utilizada tanto en Jánovas como en Mediano para construir embalses. A partir de entonces empezó el nerviosismo. Crearon la plataforma ‘La Fueva No Se Vende’ para recoger firmas pidiendo una regularización, «de 600 empadronados en el valle, firmaron casi 400», según Espluga.
Renovables sí, pero no así
Sin embargo, no son los primeros en fijarse en esta zona del Sobrarbe. Ya se planteó construir un gran parque solar flotante en el embalse de Mediano. Pero el Ayuntamiento de Aínsa aprobó una moratoria de un año para impedir cualquier instalación de más de 5 hectáreas en todo el municipio y de una hectárea en Mediano. De hecho, la energía producida en La Fueva viajaría por la línea de alta tensión conectada a la central de Mediano. Fraga también aprobó una moratoria de un año.
DATO
420Lo que en un principio iban a ser 100 hectáreas de parque, acabaron siendo 420
«En un principio el alcalde dio el visto bueno. Pero como vio que se empezaba a desmadrar se realizó una modificación del Plan de Ordenación Urbana, llevábamos tiempo pidiéndola. Al activarse, se paran las licencias de cualquier tipo de construcción, sobre todo las que no están contempladas. Se supone que en estos dos años que vienen no se podrán hacer parques. Y pasado este tiempo, se tendrá que adecuar a lo que marcase la ley urbanística del municipio. Se tratarán de parques de 5 hectáreas máximo a una distancia de 1 kilómetro entre ellas y a 500 metros de los pueblos», indica el portavoz. Este sistema es más efectivo que una moratoria, ya que no se puede recurrir, pero es consciente de que «no sabes hasta qué punto pueden llegar las empresas, ya lo vimos años atrás».
“Algo controlado”
Asegura Espluga que no están en contra de las energías renovables, «sino del modelo energético que se quiere imponer». «Sería mucho mejor que desde el gobierno central o regional se fomentase el autoconsumo frente el apoyo a las eléctricas para que sigan manteniendo ese status quo», señala. Asegura que la situación sería muy diferente si en vez de dar ayudas para construir macroparques, se diesen para que un pequeño valle fuese autosuficiente.
«Pedimos también que se regule. Aquí ya nos conocemos esta historia, queremos que se dejen de hacer animaladas de especulación», añade Espluga. El mejor ejemplo es que en La Fueva hay tres pueblos desconectados de la red eléctrica. Caneto, Samper y La Selva tienen electricidad porque la autoconsumen con placas solares.
“Algo controlado no lo veo mal. Crea empleo, genera ingresos fijos y se puede presentar una contrapartida”
José Ramón LaplanaAlcalde de La Fueva
Por su parte, José Ramón Laplana, alcalde de La Fueva, confiesa que «algo controlado» no lo ve mal. «Unas 100 hectáreas sobre un monte de ocho mil, no creo que vaya a ser tan negativo. Decir que todos los problemas son paisajísticos y visuales, pues bueno. Tenemos granjas que huelen mal y las tenemos porque hay que vivir de eso», añade. Asegura que lo contempla desde tres puntos de vista: «Crear puestos de trabajo, por pocos que fuesen; segundo es que generamos unos ingresos fijos para el ayuntamiento porque somos pequeños y estamos jorobados económicamente; y tercero, cómo aún no sabemos bien qué proyecto quieren hacer, se podría presentar una contrapartida».
Autopista eléctrica
Si el autoabastecimiento es una posible solución en La Fueva, lo que promueve la Plataforma Unitaria contra la Autopista Eléctrica parece similar. Es decir, producir la energía en zonas cercanas donde se va a consumir «con la diferencia de que las energías renovables permiten comunidades cooperativas».
Una línea de Muy Alta Tensión (400 kV) que atravesaría la provincia de Huesca para llevar electricidad a las industrias de Barcelona. Es la iniciativa privada que quiere retomar Forestalia, empresa zaragozana, a la que se oponen vecinos y alcaldes de la zona. La Plataforma Unitaria contra la Autopista Eléctrica Monzón-Isona, denunciaba las formas en las que se enteraron de la vuelta del proyecto.
«Descubrimos en la página web del Ministerio de Política Territorial y Función Pública la solicitud de autorización y declaración del impacto ambiental del proyecto de mega centrales eólicas en el entorno de Almudévar. En ella se incluía la Autopista Eléctrica hasta Isona», declara Carlos González, portavoz de la plataforma en Aragón.
Aseguran estar impresionados tras años de lucha y defensa. No entienden cómo puede presentarse un proyecto «de semejantes dimensiones» sin que figure en la planificación de la red de transporte eléctrico vigente, ni en la prevista hasta el año 2026. Por ello, presentaron un recurso contencioso administrativo contra la subestación en la que terminaría esta vía.
Expolio de la provincia
«El interior de Aragón va a ser sacrificado con grandes parques eólicos y solares para producir energía y llevarla a los polígonos industriales de Barcelona. Podríamos decir que es como un trasvase, porque no supone ningún beneficio para la zona por la que va a transcurrir la línea», detalla González. Rechazan el modelo porque «es una barbaridad explotar territorios que ya han sido explotados históricamente».
«Gran parte de la despoblación que tenemos es por el expolio en nuestro territorio durante más de un siglo. Es lo de siempre. Ahora las eléctricas tienen mayores dificultades para implantar estas instalaciones en las grandes urbes y por eso vienen aquí», matiza el portavoz. Desde la plataforma han establecido tres grupos de trabajo.
«Vamos a trabajar muy a fondo las alegaciones porque vemos muchas irregularidades; por otra parte, otros se van a dedicar a promover charlas informativas porque tenemos la sensación de que los vecinos y vecinas no se han enterado bien; y, por último, otro grupo que inicie movilizaciones». La Plataforma Unitaria contra la Autopista Eléctrica Monzón-Isona forma parte de la Alianza Energía y Territorio y el 16 de octubre participarán en una manifestación en Madrid.
Queja de los alcaldes
La zona oriental de la Ribagorza también se opone «de forma unánime» a este trazado de autopista eléctrica. Los alcaldes ribagorzanos de Benabarre, Alfredo Sancho; de Viacamp, Alfredo Pociello; de Tolva, Isidro Franco; y de Puente de Montañana, José Peris, emitieron un comunicado rechazándolo. El primero de ellos, denuncia que el proyecto «no tiene ni pies ni cabeza». «Independientemente de aspectos técnicos, nadie entiende que haya que crear semejante impacto visual y de patrimonio para llevar suministro a Barcelona. Sobre todo estos porque están asociados a una línea de evacuación, y esto no es así, tiene una longitud de más de 200 kilómetros de largo. En una zona tan despoblada solo nos faltaba esto», indica Sancho.
El pueblo de Benabarre fue hace poco declarado como slow city, solo hay doce en España. Un prestigioso sello que certifica la buena calidad de vida, resistencia a la homogeneización y globalización, protege el medioambiente y promueve la diversidad cultural para obtener un estilo de vida saludable. «Estamos apostando por la calidad de vida, por los productos agroalimentarios de la zona. Nos aporta un plus que se va al traste con esta iniciativa privada que lo único que pretende es especular sin importar el territorio», explica el alcalde benabarrense. Como tiene dudas del interés general han solicitado asesoramiento jurídico y técnico a la Diputación Provincial de Huesca.
Una de cal y otra de arena
Los alcaldes literanos de Peralta de Calasanz y de Azanuy-Alins también se suman a la postura de sus vecinos comarcales. Luis Pedro Boteller y Juanjo Campodarve indican que es inasumible para sus localidades y entornos, además de suponer una barrera para el desarrollo de los núcleos urbanos.
En el Somontano, la alcaldesa de Laluenga, Cristina Juárez explica que «son anteproyectos todavía en información pública, no sabemos dónde la quieren establecer ni su trazado». «Supongo que tiene que haber energías limpias y tampoco sé si se perderá energía de camino. Se debería abogar por electricidad kilómetro cero. La situación está en evolución», añade.
Por su parte, Chunta Aragonesista también denuncia la insostenibilidad de este tipo de instalaciones. «La energía debería producirse cerca de sus sitios de consumo, en lugar de saturar el territorio aragonés de centrales con el objetivo de abastecer a las grandes ciudades», explicó su presidente, Joaquín Palacín. Anunció la presentación de una enmienda en el Senado a través del senador de Compromís, «ante esta inminente amenaza». CHA pide que se establezcan moratorias de todos los proyectos de líneas de Muy Alta Tensión.