Alto Aragón

Una voluntaria de Cruz Roja Barbastro atendió un parto de urgencia en Sanfermines

La montisonense Soraya Nevot ayudó a dar a la luz a una mujer en su coche en plenas fiestas de San Fermín, en Pamplona

Soraya Nevot vestida de voluntaria frente a la ambulancia de Cruz Roja. Foto: S.E.
Cristina Lanau Carpi Lanau Carpi
06 agosto 2024

El pasado 14 de julio, en medio de la vorágine de los Sanfermines de Pamplona, la montisonense Soraya Nevot ayudó en un parto de urgencia. Un hecho que afirma que no se le olvidará en la vida.

Nevot es voluntaria de Cruz Roja BarbastroSomontano y este año decidió acudir a la convocatoria nacional de los Sanfermines. Cuando tuvo lugar el suceso se encontraba volviendo de hacer su turno en la plaza de Recoletas junto a sus dos compañeros, el médico Felipe y el conductor de la ambulancia Javier.

“Llevábamos en Recoletas desde las diez de la noche y a las seis de la mañana se acabó nuestro turno, por lo que nos encontrábamos volviendo a la base. En un semáforo, el vehículo de al lado comenzó a pitar y el conductor a hacernos señas con los brazos, por lo que imaginamos que le pasaría algo. Al bajar nos comentó que su mujer estaba de parto en el coche”, rememora.

Acto seguido decidieron acudir hasta el Ambulatorio Doctor San Martín. Allí, acomodaron a la mujer dentro del propio coche y entre el médico Felipe y la técnico Soraya consiguieron, a duras penas, ayudar a la mujer a dar a luz a su hija.

“Fueron unos momentos de muchos nervios porque apenas teníamos espacio ni medios, tan solo el kit de emergencia de partos de la ambulancia. Además, yo nunca había asistido un parto y para el médico era su tercera vez”, explica.

A su vez, confiesa que intentó en todo momento apoyar a la madre. “Traté de tranquilizarla y apoyarla. En todo momento estuve a su lado, no la dejé sola ni un momento porque estaba muy nerviosa y en ocasiones hasta llorando”, rememora.

También admite que tras oír el llanto del bebé que indicaba que estaba sano se le escapó alguna lágrima. “Fue el momento más feliz de mi vida”, afirma.

Después, subieron a la mujer a la camilla y la trasladaron en ambulancia hasta el hospital. Allí, continuaron junto a la familia en todo momento “e incluso dejamos a la mamá en el potro porque todavía tenía que expulsar la placenta”. Finalmente y gracias a la labor desinteresada de estos tres voluntarias, tanto la mamá como el bebé se encuentran bien.

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