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Luis Guillermo Velasco: «Uno sale de su pueblo, de su patria, por necesidad manifiesta»

Luis Guillermo Velasco llegó a España en 2001 huyendo de una deportación desde Israel a Colombia, que cuenta en su libro Preludio de una fuga en Madrid

Colombia
Luis Guillermo Velasco con su libro, autoeditado recientemente, en el que cuenta su vida en Colombia y su llegada a España. Foto: R.Z.
Ruth Zamora Zamora
28 agosto 2024

Luis Guillermo Velasco cuenta en Preludio de una fuga en Madrid, la forma en la que llegó a España desde Colombia, después de trabajar un año en Israel. Una historia personal que descubre cómo transcurrió su infancia en una zona rural colombiana y su sueño de llegar a nuestro país.

¿De dónde surge la idea de escribir este libro?

A la gente que le conté mi fuga del aeropuerto de Madrid cuando venía deportado de Tierra Santa, de Israel, le impactó. Empezando por mi familia en Colombia, que esperaban que llegara de Israel y les llamaba desde España. Y también amigos del pueblo, me decían “podrías escribir un libro”, lo que me empezó a generar esa ilusión. También me impulsó mi hijo, al que le contaba historias de mi niñez y me decía que podía ponerlas en un libro.

A veces parece que se trata de su historia, otras veces la de su padre. ¿Han sido intencionados los cambios de narrador?

Sí, fue una elección. Se trata de una historia vivida en primera persona, pero quería darle ese mérito, ese honor a mi hijo, que es quien narra en tercera persona. Así que, claro, hay una confusión, aunque en la introducción explico que en algunos capítulos pongo a mi hijo de narrador. Y a veces cuento historias de mi padre, por lo que aparecemos tres generaciones.

Recoge una cantidad inmensa de recuerdos de Colombia, de su niñez, muy vívidos. ¿Tanto marcaron su infancia?

Sí, por supuesto. No sé si aquí no hay cosas que te impacten tanto como las que yo viví. Creo que la niñez es diferente. Porque quienes somos de países con conflictos tremendos, horrorosos, estos te marcan. Es muy difícil que esos recuerdos se vayan de la memoria, perduran para siempre y por eso quise plasmarlos.

Lo que cuenta, ¿cien por cien real o se ha permitido alguna licencia literaria?

Creo que un 90 por ciento es realmente lo que pasa. A partir de ahí me permití algo ficticio, pero en concordancia con la realidad.

¿Les ha sorprendido a los lectores que un destino de la emigración colombiana sea Israel?

A muchísimos. Yo estuve allá en el año 2000 y había bastantes colombianos y también colonia latina. Era un destino para trabajar. Pero se trata de un país donde controlan mucho el tema de emigración. Y si permiten entrar a 100 deportan a otros 100.

¿Cómo llegó ahí?

Llegó a mi casa en Colombia una prima, preguntando por mi madre, en un coche fantástico. Nos impactó. Nos contó que se ganaba muy bien en Israel y yo tuve siempre la idea de salir de Colombia. El destino que quería era España, pero aquella vez vi que quería irme, buscar otra perspectiva. Mi familia no pasamos hambre, pero creo que necesidad, sí. Y ella buscó cómo ayudar y así empecé a trabajar mi sueño. Llegué cinco o seis años después y pude trabajar un año, hasta que la policía me deportó.

¿Sigue habiendo muchos colombianos con el sueño de salir de su país?

Desde zonas rurales, sí. Desde los años 50, cuando surgió la guerrilla de Colombia. Es muy bonito vivir en el campo, pero se debe convivir con estos grupos terroristas de guerrillas. Y con otros, como las autodefensas para combatirlas y las fuerzas armadas. Así que un campesino queda en medio del conflicto. Por eso se quieren ir, primero a la ciudad. Aunque depende del lugar y la zona, es un peligro salir.

¿Desde qué año está en España? ¿Se ha sentido acogido?

Desde 2001. De Valladolid y Cuéllar llegué a Barbastro para trabajar en hostelería. Me siento bastante acogido. En todos sitios siempre hay gente maravillosa, para las que no hay palabras para definir esa generosidad. Y aquí he encontrado a muchos de ellos. Me siento de aquí.

¿Cree que si conociéramos más historias como la suya no habría la corriente de insolidaridad hacia los inmigrantes que parece crecer cada día?

No, no habría esa fuente. Si se conociera, la gente entendería que el que emigra y busca otros horizontes es sinceramente, por necesidad. Uno sale de su pueblo, de su patria, por necesidad manifiesta. Claro que la gente no entiende eso, pero mucha otra gente sí. A mí me gustaría que todos los que llegáramos por aquí sea con ese objetivo único de trabajar, de querer salir adelante. Y la mayoría lo hace. Lamentablemente, una minoría no da muy buena imagen. Y ese es el problema, a veces, con una persona que no haga algo bien, la gente generaliza a toda una comunidad.

¿Le gustaría volver a Colombia a terminar su vida o preferiría quedarse en España?

Una pregunta bastante difícil… La patria de uno es como la madre, solo hay una, pero como hijo no se puede estar toda la vida en casa de su madre. Hay que salir y buscarse la vida. A mí me pasa lo mismo. Quisiera regresar a Colombia, pero claro, ahora tengo el corazón dividido.

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